Ingredientes compartidos cómo usamos el plátano, maíz y café en distintos países

Ingredientes compartidos: cómo usamos el plátano, maíz y café en distintos países

INGREDIENTES COMPARTIDOS: CÓMO USAMOS EL PLÁTANO, MAÍZ Y CAFÉ EN DISTINTOS PAÍSES

Hay ingredientes que no entienden de fronteras, pues van y vienen entre cocinas, idiomas, montañas, acentos. 

Se adaptan, se reinventan, se vuelven parte del alma de cada país. 

El plátano, el maíz y el café son tres de ellos; tres pilares de nuestra despensa latinoamericana.

Tres sabores que nos diferencian, pero también nos unen.

Este post es un viaje culinario sin pasaporte. 

Una ruta que va de la arepa venezolana al tamal mexicano, del plátano frito del Caribe al bolón ecuatoriano, del café colombiano al café de olla azucarado.

Porque al final, lo que cambia es la forma…  el corazón, y el aroma, sigue siendo el mismo.

EL MAÍZ: BASE, MITO Y RESISTENCIA

VENEZUELA Y COLOMBIA

Si hay un producto que define a Venezuela, es el maíz. 

La arepa, símbolo nacional, se hace con su harina precocida, se asa, se hornea o se fríe, y se rellena de infinitas formas.

En Colombia, la arepa también es reina, aunque más delgada y muchas veces sin relleno, acompañando todo tipo de comidas. 

Allí también la usan en tamales y envueltos dulces como las almojábanas de maíz.

MÉXICO

Aquí el maíz no es solo alimento: es mito fundacional. 

El pueblo mexica creía que los humanos fueron hechos de maíz. La tortilla de maíz acompaña cada comida y es parte inseparable de su identidad. 

Se prepara fresca, se prensa, se cuece en comal.  Además, el pozole, los sopes, los tlacoyos y los tamales muestran la diversidad de su uso.

PERÚ Y BOLIVIA

En estos países andinos el maíz tiene variedades como el choclo y el maíz morado

Se usa en bebidas tradicionales como la chicha morada o la chicha de jora, en la humita, el tamal dulce y los pasteles cocidos al vapor.
El maíz tostado o cancha serrana es un snack típico que acompaña ceviches o sopas.

GUATEMALA Y EL SALVADOR

Aquí encontramos las pupusas: discos de maíz rellenos de queso, chicharrón o frijoles. 

Se comen con curtido (ensalada encurtida) y salsa de tomate.

En Guatemala, los tamales colorados o negros son parte esencial de las fiestas y se cocinan con masa de maíz y diferentes salsas.

El maíz, como ves, se transforma, pero nunca desaparece. 

Está en el desayuno, el almuerzo y la merienda. 

En lo sagrado y lo cotidiano. 

Es raíz y resistencia.

el plátano, maíz y café en distintos países

EL PLÁTANO: VERSÁTIL, SABROSO, INFALIBLE

VENEZUELA

En el pabellón criollo, el plátano maduro frito es un abrazo dulce que equilibra lo salado. Se usa también en empanadas, pastel de plátano y bollos pelones.

El plátano verde, por su parte, se fríe como tostones, se hacen los maravillosos patacones maracuchos o se hierve y se acompaña con mantequilla o queso.

Eso sin hablar del delicioso bocadillo de plátano, que algunas de nuestras abuelas los escondían, para evitar que nietos golosos, hijos cuidadosos o maridos tragones, se los quitaran.

COLOMBIA

Aquí lo vemos en su propia versión de los patacones (machacados y fritos dos veces), en el aborrajado (plátano maduro relleno de queso y frito en tempura) o en los calentados del desayuno, donde se mezcla arroz, caraotas y tajadas.

REPÚBLICA DOMINICANA Y PUERTO RICO

El famoso mofongo puertorriqueño o el mangú dominicano parten del plátano verde majado con ajo, manteca y chicharrón. 

En ambos países es el centro del plato y no el acompañante.

En Navidad, los pasteles de masa de plátano son tan importantes como las hallacas para nosotros.

ECUADOR Y PERÚ

En Ecuador, el bolón de verde (masa de plátano con queso o chicharrón) es desayuno nacional.

También está el corviche (masa de plátano con pescado frito).

En Perú, se usa en guarniciones para pescados o en recetas amazónicas como el tacacho.

En todo el continente, el plátano es recurso, herencia y deleite. 

Sea verde o maduro, frito o hervido, relleno o al natural, no falta en ninguna mesa.

EL CAFÉ: AROMA DE CASA, RITUAL UNIVERSAL

COLOMBIA Y VENEZUELA

Los dos países comparten la pasión por el café. 

En Venezuela se bebe en sus múltiples versiones: guayoyo, marrón, tetero, cerrero. 

A cualquier hora.

En Colombia, el café suave de origen es famoso a nivel mundial, y las regiones cafeteras son orgullo nacional.

MÉXICO

En Chiapas, Veracruz o Puebla, se sirve el café de olla: preparado con canela, piloncillo y a veces cáscara de naranja. Se cocina en barro y se bebe despacio, como una ceremonia.

BRASIL

Principal productor mundial, el café en Brasil es cultura y economía. El cafézinho es una forma de saludar, recibir o agradecer. Corto, fuerte y dulce.

CUBA

El café cubano es fuerte y corto, casi como un espresso con azúcar. Se sirve después de cada comida y es símbolo de resistencia e identidad.

El café no es solo bebida. Es conversación, pausa, afecto. Está en la sobremesa, en las madrugadas y en los reencuentros.

UN LENGUAJE CULINARIO QUE TODOS HABLAMOS

Hay una belleza profunda en reconocer que los mismos ingredientes nos acompañan, aunque los preparemos distinto. 

El maíz se hace tortilla, arepa o pupusa. 

El plátano se vuelve tajada, mangú o bolón. 

El café se sirve en tacita de barro o en taza grande con leche.

Estas diferencias no nos separan, nos enriquecen.

Hablan de clima, geografía, historia y creatividad. De cómo cada pueblo hizo suyo lo que tenía a mano.
Y de cómo hoy, en las cocinas del mundo, siguen naciendo nuevas formas de preparar los mismos sabores.

EN PANNA, LA DIVERSIDAD TAMBIÉN SE COME

En PANNA, celebramos esos ingredientes compartidos, por eso nuestros desayunos incluyen arepas, cachapas, pan de bono, empanadas venezolanas, colombianas y argentinas, cachapas y nuestro café es ese que despierta memorias, no solo mañanas.

Porque más allá de las recetas, compartimos una cultura. Y eso también se sirve en la mesa.

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