DEL BUDARE AL HORNO

Del budare al horno

Cuando hablamos de arepas, no hablamos solo de un alimento. Hablamos de historia, de familia, de identidad.

Hablamos de una receta milenaria que ha evolucionado con nosotros y que, aún hoy, sigue transformándose sin perder su esencia.

Porque aunque el budare fue su cuna, la arepa ha aprendido a adaptarse al ritmo de los tiempos y a los sabores del mundo.

Hoy queremos contar cómo esta humilde preparación hecha de maíz se ha abierto paso más allá de los desayunos caseros, convirtiéndose en estrella de menús gourmet, inspiración de nuevas combinaciones y símbolo universal de la cocina venezolana.

LA AREPA: MUCHO MÁS QUE MAÍZ

La arepa nació como un pan de maíz, cocinado sobre piedras calientes o planchas metálicas, sin horno, sin relleno y sin apuro.

Solo maíz cocido, molido y amasado con agua.

Así la preparaban nuestros pueblos indígenas antes de la llegada de los colonizadores, y así se mantuvo durante siglos, como el acompañante básico de cada comida.

Con el tiempo, y gracias a la invención de la harina precocida, la arepa se volvió más fácil y rápida de hacer.

Pasó de ser un alimento de preparación lenta a un básico diario en casi todos los hogares venezolanos, con infinitas variaciones regionales: delgadas en los Andes, gruesas en el centro, dulces en los Llanos, fritas en oriente, asadas en occidente.

Pero lo que no cambió fue el método más tradicional: el budare.

Esa plancha de hierro o barro cocido sigue siendo, para muchos, el lugar donde la arepa logra su sabor más auténtico, ese que huele a casa y a cocina de mamá.

DEL BUDARE A LA MODERNIDAD: CAMBIOS EN LA FORMA DE HACER AREPAS

A medida que la vida se volvió más acelerada y las cocinas más prácticas, también cambiaron las formas de preparar arepas.

Aparecieron las arepas al horno, ideales para quienes prefieren una textura más firme o desean rellenarlas antes de cocinarlas.

Luego llegaron las freidoras de aire, que permiten obtener arepas doradas y crujientes sin usar aceite. Y, por supuesto, las areperas eléctricas, reinas en muchas cocinas urbanas.

Cada método tiene sus fanáticos.

Hay quienes aman la costra dorada del horno, otros no cambian el sabor del budare, y también están los que agradecen la rapidez de una air fryer.

La arepa, lejos de quedarse en el pasado, ha sabido reinventarse y adaptarse a todos los estilos de vida, sin perder lo que la hace única.

LA AREPA GOURMET: DE LA CALLE AL MUNDO

Quizás uno de los mayores saltos que ha dado la arepa es el que la ha llevado de las cocinas de las abuelas a las cartas de restaurantes internacionales.

Hoy la vemos en ferias gastronómicas, menús fusión, food trucks de moda y hasta en programas de televisión.

En ciudades como Miami, Madrid, Nueva York o Ciudad de México, la arepa ya no necesita presentación.

Se ha convertido en uno de los platos bandera de la gastronomía venezolana, con la reina pepiada liderando los gustos, como digna representación de la cocina de la capital.

Los chefs la han reinventado con rellenos sofisticados: pulpo al ajillo, salmón ahumado, pesto de albahaca, queso de cabra, chutneys tropicales… y aún así, sigue siendo esa misma arepa que aprendimos a querer desde pequeños.

LA AREPA EN PANNA: SABOR DE SIEMPRE, ESTILO DE HOY

En PANNA celebramos esa evolución, manteniendo el respeto por lo tradicional y dándole espacio a la creatividad.

Aquí la arepa sigue siendo un símbolo, pero también es un lienzo donde se mezclan sabores clásicos y nuevas propuestas.

Puedes comértela con pernil, con carne mechada, reina pepiada o con queso de mano.

Pero también puedes descubrir combinaciones creadas por nuestros clientes, en nuestra sección Pick 4 Flavors, donde tú eliges los ingredientes.

¿Una arepa con picanha, plátano maduro, palta y queso de mano? Claro que sí.

¿Una con chicharrón, reina pepiada, tomate y gouda? También la tenemos.

Y para los que buscan practicidad, también ofrecemos arepas listas para llevar o congeladas, perfectas para calentar en casa sin perder el sabor que las hace inolvidables.

UN PLATO QUE NOS UNE

Lo hermoso de la arepa es que no importa cómo se prepare, ni con qué se rellene.

Lo importante es que, cada vez que le das un mordisco, estás conectando con una historia que viene de lejos, que pasó por las manos de tus abuelos, que viajó contigo si tuviste que migrar, y que sigue viva en cada desayuno familiar, en cada antojo de medianoche, en cada conversación sobre lo que significa ser venezolano.

Y si algo nos alegra en PANNA es poder ser parte de esa historia.

¿Ya sabes cómo vas a comerte la próxima arepa?

Ven a PANNA, elige tu combinación favorita o prueba alguna de nuestras creaciones.

Ya sea al budare, al horno o a la plancha, aquí la arepa tiene el sabor de siempre… y todo lo bueno que puede venir.

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